martes, 19 de marzo de 2013

La modernidad de la educación de acuerdo al Plan Nacional de Educación




La modernidad de la educación de acuerdo al Plan Nacional de Educación se consolida en una corriente de aprendizaje sustentada en la creatividad del niño y la niña y su razonamiento mental. Se fundamenta en que los educandos tengan una formación consciente sobre la problemática actual del país en lo social y natural.

Entendiendo la problemática social como aquella en la que el educando debe participar solidariamente para el beneficio de la comunidad y poder integrarse a ella en la parte activa de su vida. Lo natural se fundamenta en que como ser humano tiene características únicas que lo hacen diferente a los demás y que como tal debe de desarrollar sus habilidades y destrezas. Así mismo se le fomenten los valores y el amor a la patria.

El nuevo sistema educativo considera al profesor como el facilitador del aprendizaje y al educando como el creador de su aprendizaje, reforzado por el apoyo e integración de los padres en esta responsabilidad. Es lo que la nueva educación proporciona a la familia, y al respecto es importante cuestionarse ¿están todos los padres de familia realmente preparados para esta nueva responsabilidad? ¿tienen tiempo de acuerdo al nuevo sistema de trabajo para apoyar en esta tarea a sus hijos?.

Estas inquietudes son difíciles de contestar pero un aspecto positivo es que existe una mayor cantidad de padres con preparación académica, lo que hipotéticamente nos reflejaría que tienen una mejor capacitación para ser mejores padres. Además en diversos centros educativos ofrecen los servicios de escuela para padres, donde por medio de conferencias, talleres, cursos, etc., se les ofrece dicha capacitación.

Existen en nuestro país otras alternativas para delegar la función de padre, como son las guarderías o centros maternales, o bien como frecuentemente ocurre esta actividad recae en los abuelos, ya que la pesada carga económica obliga a los padres a trabajar doble turno.

La literatura nos muestra una diversidad de formas de entender la educación una la didáctica tradicional, a la que se puede definir como un conjunto de prácticas, procedimientos y metodologías, matizadas por algunas características comunes. El sentido tradicional de la didáctica sigue teniendo vigencia hoy, reconociendo por supuesto las modificaciones que sufrieron las primeras concepciones. La propuesta pedagógica de Rousseau considera "todo lo que se le da al ser humano que no tiene al nacer y necesita en la vida es la educación".

Esto significa que el ser humano tiene información que recibe desde el momento de la procreación y que le permite desarrollarse; ya en la escuela se le instruirá para una vida productiva.

Su tesis principal se basa en que la educación debe centrarse en el niño(a) de acuerdo a las distintas etapas en su desarrollo, de ahí que el modelo educativo actual debe fundamentarse en considerar al educando como un ser natural, que tiene el deseo de aprender, experimentar y crecer.

Desde esta visión la función de la familia o los padres es la de apoyar sus inquietudes conocer sus habilidades y destrezas y colaborar en su crecimiento educativo y cultural, cuando los valores morales y culturales no se aprenden en el hogar, propicia una autoridad mal entendida, ya que no se educa en la libertad que le permita desarrollar su creatividad.

La educación que se recibe en el hogar basada en el concepto de que el niño no puede opinar o externar sus ideas riñe con el modelo del nuevo programa educativo; y tiene como consecuencia: nulo trabajo de equipo, falta de integración al grupo, forjaría un temperamento introvertido. Así también podríamos considerar que la libertad que maneja el nuevo proceso educativo sea mal interpretada por el educando y se confunda con el libertinaje lo que podría interpretarse como un niño problema.

Otro factor que destaca la teoría de Rousseau es el conocimiento del sujeto de la educación "Empezad, pues, por estudiar mejor vuestros discípulos, que de seguro no los conocéis" . El principio anterior se considera vigente en la pedagogía contemporánea ya que sin el conocimiento psicobiológico y social del alumno son imposibles la buena educación y el educador eficiente.

La teoría de Pestalozzi nos podría ayudar a conocer un poco la base metodológica del proceso pedagógico actual, donde se retoman conceptos como la espontaneidad, la colectividad, la intuición, la actividad-acción.

Las peculiaridades de cada alumno deben ser conocidas y respetadas por el maestro. Así Jullien dice que el maestro "debe observar, con una especie de sentimiento religioso, la naturaleza que se revela en ellos, mirándola no como dueño o señor para ejercer en ella su influencia sino como un administrador que atiende a su mejor servicio. Su encargo es recoger las impresiones de aquella naturaleza, satisfacer sus necesidades y obedecer sus leyes, dejando que los gérmenes existentes en cada uno de sus alumnos se desenvuelvan por si mismos y limitándose a secundar su marcha, su proceso y acción".

Puede decirse que el niño, en cierto modo, comprende y realiza su propia educación y que el maestro es un medio exterior para su desarrollo y su instrucción. Pero los padres muchas veces no lo comprenden así, sino que le exigen resultados donde ellos puedan observar los avances, reflejados en la evaluación y en una calificación, donde el principal responsable de ello es el maestro. Cuando los padres participan activamente en el aprendizaje de sus hijos, descubren como ellos aprenden al mismo tiempo, denotan cada una de sus evoluciones, pero ello requiere que se le dedique tiempo, algo que difícilmente de realizar.

"la idea principal de Pestalozzi... de organizar la instrucción de sus alumnos, parece al mismo tiempo útil al desarrollo de las facultades morales intelectuales y constituye uno de los caracteres distintivos y uno de los medios de ejecución de su sistema".

"Leed bien lo que sigue, padres y maestros: la educación moral no se obtiene mediante instrucciones y discursos, formalidades y ceremonias, sino con el ejemplo, con los hechos, y el fondo de las costumbres y la vida diaria".

Lo anterior nos remite a que el ejemplo que reciben los hijos de los padres es fundamental en el desarrollo educativo; cuando el niño es creado en un ambiente donde predomine el amor, el respeto a los demás y el espíritu de colaboración, aprenderá a ser respetuoso, responsable de su vida y solidario en la adversidad. Para lograrlo, la comunicación entre padres e hijos es indispensable, el poder participar junto con él de sus triunfos y sus fracasos.

La educación para la libertad le permitirá elegir cuando puede jugar, divertirse con los demás y cuando sentarse a cumplir con sus responsabilidades ya sean educativas, religiosas o del hogar. Pero es importante que tanto padres y maestros lo acepten ya que la felicidad y el bienestar de ello, depende del amor y la aprobación que se les brinden.

Nelly cree que el niño no es un inválido, ni un cobarde, mucho menos un autómata inconsciente, sino que tiene posibilidades plenas para amar la vida. El fin de la educación es hallar la felicidad. Felicidad para interesarse en todo lo que lo rodea, felicidad para ser creativo, felicidad para compartir con los demás, y así con felicidad ir formando su propio universo.

La educación tradicional tiene como argumento contra la libertad de los niños lo siguiente: "La vida es dura, y debemos prepara a los niños para que después la acepten a ella. Así pues, debemos disciplinarlos. Si les permitimos hacer lo que quieran, ¿cómo van a poder servir a un jefe?¿cómo van a poder competir con otros que han conocido la disciplina? ¿cómo van a se capaces de disciplinarse a si mismos?".

Cuando las personas se oponen a creer en la libertad, presupone que su principal obstáculo será ella misma; ya que el niño podrá acatar una disciplina estricta donde no haya la felicidad, pero el problema se presentará cuando se dé el proceso de madurez en la adolescencia, donde no distinga la libertad del libertinaje. Aunado a esto se presenta el problema de la desintegración familiar que puede ocurrir cuando el padre y la madre trabajan con la finalidad de proporcionarles todo lo necesario para su formación, descuidando lo esencial, el amor.

En su libro Summerhill, Nelly nos describe como los niños de las clases bajas o de la calle cuando son educados para la libertad logran sobresalir de los demás. La disciplina dogmáticamente impuesta y los castigos producen temor, y el temor produce hostilidad.

El desarrollo humano sano hace necesario que un niño rompa al fin los lazos que lo unen a los padres y que se haga verdaderamente independiente. Debe aprender a hacer frente al mundo como individuo, deber aprender a encontrar seguridad.

Los sentimientos de culpabilidad son un obstáculo para la independencia. Cuando hacemos sentir a un niño culpable, lo enfrentamos a la lucha desigual entre lo que está bien y lo que está mal; pero cuando el niño ve lo que se dice que está mal para él, está bien para los padres, esa lucha desigual se vuelve una frustración y lo lleva a ser un dependiente de los demás en la toma de decisiones. Más aún si agregamos a esto el castigo físico, que viene a recrudecer el sentimiento de culpabilidad y a engendrar miedo, y el miedo a su vez engendra hostilidad e hipocresía.

Hay en el mundo pocos niños autónomos. La autonomía o gobierno de sí mismo implica la creencia en la bondad de la naturaleza humana, creencia que no hay. Nadie ha visto a un niño completamente autónomo, todos han sido moldeados por los padre, los maestros y la sociedad. Por consiguiente, lograr la libertad mediante el proceso educativo sigue siendo una falacia ya que reproducimos lo que el sistema político quiere, o bien obligamos a los hijos a ser lo que los padres quieren que sean.

Neill no trata de educar a los niños para que encajen en el orden existente, sino se esfuerza por educar niños que lleguen a ser seres humanos felices, hombres y mujeres cuyos valores no son tener mucho ni usar mucho, sino ser mucho.

La teoría de la educación propuesta por Freire representa una severa crítica a la didáctica tradicional. La metáfora freiriana denomina a ésta como la concepción bancaria de la educación en la que el profesor dueño del saber, deposita sus saberes en la cuenta en blanco, que es el alumno, quien está obligado a escuchar, memorizar y repetir llegado el momento del examen. El aprendizaje es entonces, la acumulación de saberes que realiza el alumno.

Esta teoría nos conduce a cuestionarnos: ¿el modelo educativo que reciben los niños en la escuela oficial no los está haciendo seres oprimidos? La reproducción del sistema político como se menciona con anterioridad se refleja ampliamente en la teoría de Freire, ya que la opresión aparece en el sentido de que no se educa para la libertad, el actuar y el reflexionar.

"Al contrario de la concepción "bancaria" la educación problematizadora, respondiendo a la esencia del ser de la conciencia, que es su intencionalidad, niega los comunicados y de existencia a la comunicación. Se identifica con lo propio de la conciencia que es ser, siempre conciencia de. En este sentido la educación liberadora, problematizadora, ya no puede ser el acto de narrar, de depositar o trasmitir conocimientos".

"El antagonismo entre las dos concepciones, la "bancaria" que sirve de dominación y la problematizadora que sirve de liberación surge precisamente ahí. Mientras la primera necesariamente mantiene la contradicción educador-educandos, la segunda realiza la superación".

La escuela liberadora busca que el alumno no se convierta en una caja de resonancia donde solo repita lo que el maestro le dice, sino que a través del nuevo aprendizaje adquiera nuevos conocimientos y los incorpore como una nueva experiencia. El aprendizaje debe ser reforzado por la acción del educando en la comunidad donde pueda desarrollar lo aprendido.

La formación de la educación para la libertad en el niño debe iniciar en el hogar, donde se le permita ir ejerciendo su propio liderazgo, sin llegar a la manipulación; donde junto con los demás miembros de su familia participe en la toma de decisionesy no solamente sea un receptor pasivo de los mensajes dados por los demás.

Los planteamientos vistos en estas corrientes de pensamientos pedagógicos de estos teóricos de la educación, son o constituyen un soporte de nuestro sistema educativo nacional que poco a poco intenta romper y crear nuevas formas de entender la practica educativa. Al no limitar la problemática educativa al contexto del aula, incorporan necesariamente elementos políticos, sociales, ideológicos y culturales replanteando las concepciones de hombre-mujer-sociedad, educación, conocimiento, aprendizaje, alumno, profesor y padre de familia.

El aprendizaje no es acumulación sino ruptura permanente de esquemas de conocimiento de mayor complejidad o paradigmas. Esta perspectiva nos representa la importancia de que la educación no solo recae en el profesor, ya que este solo es un facilitador del aprendizaje; los verdaderamente responsables del tipo de educación que reciben los hijos son los padres. Y en la medida en que estos se preparen profesionalmente para saber educar en la libertad a los hijos, estos podrán ejercer satisfactoriamente su libertad.

Que el alumno acuda a la escuela sin pensar que se enfrenta a un obstáculo más en la vida, sino que acude a un espacio donde podrá aprender sin martirio, donde podrá jugar y divertirse, donde podrá contar las experiencias vividas en su hogar ya que tanto el maestro como él forman parte del desarrollo de la sociedad, una sociedad cambiante que requiere cada día mejores profesionistas.

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Francisco Javier Ventura Cisneros
Licenciado en Pedagogía
Universidad de Colima
Docente del Departamento de Ciencias Económico–Administrativas
Instituto Tecnológico de Colima

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