viernes, 24 de mayo de 2013

EL PAPEL DEL RECTOR EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA



Al director del concierto educativo se le denomina Rector. En este personaje recae todo, desde las felicitaciones por su excelente gestión hasta la desaprobación de la misma. Su labor deberá ser trascendente para los actores pedagógicos familia, estudiantes, personal docente y administrativo. Es un líder que tiene como misión orquestar la formación de miles de retoños que llegan a sus manos, en ocasiones, siendo semillas. Tiene la habilidad de la palabra, su compromiso es fijar límites sutilmente y con amor, puede ser enérgico o apacible. Tiene un corazón enorme y una paciencia ilimitada.
Hay rectores (as) bonachones, otros un poco más serios; hay unos con grandes estándares y poca estatura, pocos a la inversa; existen quienes juegan un partido con sus alumnos pero otros que se limitan a observar sus habilidades; Hay unos con tinte de revolucionarios educativos, otros con un perfil más tradicional; hay unos bastante expresivos, como existen los reservados. Todos, sin embargo, coexisten dentro de un término: el Liderazgo.
Un rector orquesta todo el sistema educativo que lo acompaña, se encarga de poner la casa en orden. Quizá, lo más difícil de este proceso es que el hogar es demasiado grande ¡hay muchos, muchos niños, y en todas las etapas del desarrollo!
Pero también se dota de colaboradores, su banda, quienes impulsan desde sus entrañas la pieza para que suene perfecta. Esta es sin duda la labor de los docentes, personal administrativo y de servicio, acompañar y codirigir en la labor educativa.
Todos funcionan dentro del engranaje pedagógico, son interdisciplinarios, participan y actúan frente al mismo objetivo: educar con calidad. Cada maestro interpreta un instrumento al ritmo vivaz o apaciguador de la batuta mientras que los alumnos danzan de acuerdo a sus preferencias.
Hay muchos perfiles de rectores. El que contempla el Ministerio de Educación Nacional colombiano, se estipula dentro del artículo 25 definiéndolo como un orientador de procesos, con talante autoritario pero no impetuoso, con perfil gerencial para vislumbrar los cambios en el sistema e impulsor de proyectos sociales que impacten positivamente la comunidad que lo circunda.[1]
Tipología de rectores Aunque resultaría temerario segmentar la personalidad de un rector, el liderazgo tiene en esencia unas características que sobresalen más en unos que otros. Basados en estas particularidades, existen los siguientes tipos de rectores:
El Visionario. Está pendiente del ¿Qué más puedo enseñar? ¿Cómo lo puedo hacer? Constantemente reflexiona sobre su quehacer y procura diseñar un modelo pedagógico que le permita responder a las constantes exigencias de su entorno. ?El líder es por excelencia aquel actor capaz de sintetizar una visión de cierto estado de cosas futuro o sueño al cual parece deseable aspirar". (Cubillo, 1997)
El papel del rector en la Institución EducativaEl Apasionado. "Harold Geneen, en su libro titulado Managing (La administración), establece una importante distinción entre un dirigente y un comandante. El dirigente guía a su pueblo, el comandante le dice lo que tiene que hacer: "quiero que esto esté hecho para tal fecha y si no lo hacéis, entonces las cabezas rodarán". El comandante gobierna por el temor, el dirigente lo hace por amor. Este atributo hace que el verdadero dirigente se diferencie de aquél que tiene el poder en sus manos.[2]
Disfruta su labor, reconoce que tiene el poder y lo usa a favor de los demás. Sabe que su oficio implica un compromiso social y por esto es promotor y orientador de ideales. Ve en cada alumno una esperanza y en cada miembro educativo, un aliado.
El Valiente. Toma riesgos y asume responsabilidades. Es un gran elocuente y guía a sus alumnos hacia la formación de un criterio propio, mediante el único recurso válido de influencia: el ejemplo. Enérgico e impetuoso."En ocasiones hacer lo correcto para una organización tiene un precio elevado para él." [3]
El Comunicativo. Al que se ve constantemente por los corredores o en los recreos. Conoce secretos de sus alumnos porque logra entablar relaciones de amistades con ellos. Es elocuente y muy expresivo. Espontáneo. Alegre y tiene la destreza de fijar límites sutilmente.
El Protector. Tranquilo y apacible desde su caminar hasta su expresión verbal. Inspira confianza y mucho respeto. Es amigable y piensa en cada alumno como un hijo. Se muestra entusiasta con los progresos y entre el profesorado goza de fama de "ángel guardián", aunque posee la habilidad del comunicativo, fijar límites sutilmente.
El Moderno [4]Observador y analítico. A veces peca por pensar que es impropio coartar las expresiones de sus alumnos. Le cuesta fijar límites. Es confiable y amable. Muy joven para el gusto de algunos padres, pero lo maneja bien. El rector moderno defiende la revolución educativa y confía demasiado en sus instintos.
Luego de leer estas tipologías, puede que se encuentre más identificado con una que con otra. Puede, incluso, no encontrar ninguna relacionada con su perfil. Usted conoce interiormente su rol en el establecimiento, siente cómo lo perciben sus alumnos y sus docentes, así que aproveche ese conocimiento interior y poténcielo para así impregnar de buenas prácticas a los personajes que integran si institución. Recuerde que usted dirige, y hacerlo con amor es entregarle miles de semillas bien abonadas a la sociedad.

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